Las montañas se
empiezan a vestir de blanco, las mañanas heladoras comienzan a dejar que entres
en un estado mezcla "no quiero salir de este edredón y a ver qué día hace!
El invierno, por fin ha hecho su aparición, algunas hojas aun
luchan por sobrevivir al viento y el frio, solitarias en las ramas de su árbol,
las gentes hablan sin parar de cms. caídos, de laderas blancas y de próximos
destinos hacia su paraíso particular.
Aquí el personal sigue su vida, pero también el tinte blanco
del paisaje, hace que comience el baile de especulaciones de cómo será o dejaré
de ser está ya presente temporada, porque el oro blanco tendría que llegar este
año a su cita, que el pasado buenos disgustos nos dio y ya se sabe ni siquiera
en estos parajes donde parece que todo va “bien” la gente trabaja con ese oro y
si falta dará un buen zarpazo a muchas personas, aparte, su fundido, ya sabéis
en las primaveras hace que los ríos fluyan con alegría y el entorno se
convierta en un festival de nuevo de colores y ruidos agradables.
Aquí sentado con los amigos, los locales, en el aun
solitario Pirineo, hablamos de descensos, de proyectos, de ilusiones, pero
sobre todo hablamos de trabajos y de vida y para esto necesitamos que el oro
descargue de las nubes, vengan de donde vengan!!
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