lunes, 5 de mayo de 2008



Fin de temporada!!!, para quien? cada año tengo unas sensaciones extrañas, será mi cambio climatico particular, en el mes de Diciembre me mosqueo, cuando los primeros frios empizan a aparecer y tengo que abandonar mis aparatos de escalada, tengo que dejar la lucha con la roca, los dias de entrenamiento , el afán por superar dificultades, cuando mejor estoy al sol ( hum, aquellos días de otoño pegado a la pared, con el calorcito acariciandote ), se rompe todo de repente, aparece un día gris, las rocas se enfrian de manera subita y la indumentaría de escalada te hace tiritar de frio, entonces me resisto a pensar que tengo que cambiar todo, regresar a casa y empezar a rebuscar en el baúl de los recuerdos, las botas de telemark, los anchos tablones y toda la indumentaría de abrigo, verdadera pereza me da, hasta que de pronto por arte de magía, me encuentro deslizandome por las primeras laderas nevadas, la mente me da un vuelco y caigo inmerso en el universo blanco, desde ese momento todo se vuelve de ese color para mi, y mis pensamientos se deslizan como mis esquies a ritmo trepidante, siempre en busca de lugares, lineas, montañas, corredores o lo que sea para descender bulimicamente, pasando los días en un continuo peregrinaje hacia la busqueda de la felicidad en forma de descensos,hasta que llega la primavera, y es entonces cuando se produce la extraña sensación, me resisto a abandonar mis abrigos, mis tablones, mis descensos, me afano en encontrar las ultimas lineas de nieve, con unos ya inusuales vecinos en el invierno, a saber los pajaros, el sonido de los arroyos en el deshielo o las caras sur mostrando su traje más verde, hum ese sueño de primavera me acompaña cada año con sajona puntualidad, no se por que extraña razón compito conmigo mismo por ser uno de los últimos en bajar palas nevadas, aunque a los lados crezcan todo tipo de flores y me encuentre en situaciones acuaticas en forma de cruzar torrentes con las pesadas botas y haciendo malabarismos con los bastones, pero todo eso me engancha irremediablemente y no me deja empezar mi periplo primaveral-veraniego por las paredes, y lo preocupante es que cada año va a más. Y este, este es especialmente, especial, me explico, las cumbres más blancas, los paisajes más insultantemente redondeados y los espesores más bestias se han dado cita en la primavera, con lo cual mi rehabilitación va a ser mucho más larga que anteriores inviernos.

Ya os contaré, de momento mañana me armo de nuevo con todo el material y voy a buscar otra linea por la que bajar.


No hay comentarios: