Hay unos cuantos “personajes” en el mundo de la nieve, entre los que me encuentro que somos muy pesados, mientras quede una mancha blanca por donde descender, hay estamos, dándolo todo.

Otro de los incondicionales es Carlitos, el asturiano, un profesor de la escuela de esqui, de que modalidad? Pues el tío es curioso, de todas!!! Si, si, como lo leéis, lo mismo da clases de Snow, como de Freestyle, como de esquí, o de Telemark y eso si con sus títulos en la pocha ( el bolsillo ) que decimos aquí, este hombre ha debido estar metido entre exámenes.

Pues eso que Carlines y yo nos hemos juntado, ( vaya dos, nos ha comentado algún remontero…???? ) y como teníamos planeado hace días nos hemos dado una vuelta por los, normalmente rincones solitarios de la estación con que no digamos ahora, ahora son ya los rincones olvidados, sarrios , marmotas, rapaces y otros ilustres habitantes deambulan de un lado para otro en estos parajes, lanzándonos miradas como diciendo, aun están estos por aquí? Pues efectivamente aun estamos y que esperen que ya hemos quedado para otro día a terminar la faena que no hicimos hoy.

Porque Carlines no se rinde y yo tampoco……………… la cosa es que íbamos los dos con nuestras tablas de Telemark y nos ha encantado esquiar juntos, mirando por donde no sale agua, ( que todavía no es hora de baños ) observando este o aquel corredor, parando para hacer fotos, cruzando arroyos cristalinos y respirando los olores de la primavera, ah! Y escuchando, escuchando todo ruido que sale de las gargantas de los pájaros que andan por estos montes.

Dentro de la anarquía que se respira en un centro de esquí ya en estas fechas, el encanto reside en la tranquilidad, y la búsqueda del paraje, en la pausada esquiada y en la charla con los que te encuentras, ( para comenzar cada bajada casi se pierde más tiempo, que en pleno invierno en las colas de los remontes ) porque los cuatro gatos que como zombis de la nieve andamos por estos lares, parece que tengamos ganas de comunicarnos o de juntarnos para el tal o cual itinerario, no vaya a ser que las fuerzas de la naturaleza se nos traguen y no se entere ni……..

En fin cuentos de primavera, Carlines, Monika, Hugo, Jam, etc…. siguen por ahí y mañana será otro día, no hace falta quedar, miras a tu alrededor y entre las cuatro almas, siempre hay alguna dispuesta a acompañarte a directamente a la soledad de la montaña.